⚖️📜 Tribunal Supremo Dicta 3 Años de Libertad Vigilada a Culpable de Robo Infructuoso
Descubre por qué la más alta instancia legal decidió un giro inesperado en un caso de delito.
En un desenlace unánime, la Segunda Sala de la Corte Suprema de Justicia tomó una decisión trascendental en el caso de Allan Nicolás Matías Contreras Díaz. Fue sentenciado a tres años y un día bajo vigilancia después de un intento fallido de robo, sumergiendo a la opinión pública en un mar de interrogantes sobre la justicia y sus fallos.
Este fallo unánime (causa rol 11.887-2024) estuvo bajo la lupa al integrar con pericia errores en el dictamen previo y rehusar ciertas atenuantes, originando un intenso debate sobre el tratamiento de las infracciones juveniles. La diligencia minuciosa de la defensa destapó fallas al repasar condenas previas del imputado como menor, cuestionando así la imparcialidad conductual anterior.
El principio que domina la decisión se basa en un llamado a la congruencia jurídica internacional, respaldado por el mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1985. Se aboga por una justicia menor integrada, que respeta la idiosincrasia humana y se niega a admitir que acciones pasadas como menor pesen en juicios futuros de adultos.
Adicionalmente, la Ley sobre Responsabilidad Penal Adolescente es clave al dictaminar los derechos reconocidos a nivel constitucional e internacional. La reafirmación de la Corte de que conductas juzgadas en un contexto juvenil no deben manchar el historial del individuo, defiende el derecho al desarrollo integral sin que errores del pasado nublen posibilidades futuras.
En suma, el fallo revela una perspectiva judicial enfocada en el reajuste y no el castigo retrógrado. Este enfoque nos hace reflexionar sobre los mecanismos de rectificación que permite un sistema que contempla la evolución personal y legal en busca de equilibrio entre el error juvenil y la adultez responsable.